“El intelecto y el corazón: estas dos facultades nos son indispensables pero no suficientes. Para guiarnos por todos los caminos de la vida, tenemos la necesidad de desarrollar una tercera facultad que solo posee nuestro Yo superior: la intuición. La intuición se parece al intelecto en la medida en que es una forma de inteligencia, y se parece al corazón en la medida en que es una forma de sensación, pero esta inteligencia y esta sensación se sitúan en los planos superiores del alma y del espíritu. Mediante el dominio de nuestros pensamientos y de nuestros sentimientos es como algún día obtendremos un verdadero conocimiento de los seres y de las cosas”.

Omraam Mikhaël Aïvanhov